Los servicios de los detectives privados en estos temas los solicitan normalmente los cónyuges, parejas de hecho, familiares cercanos o padres que observan comportamientos extraños, salidas a deshoras, cambios de estados de ánimo que llaman la atención.
También se suele observar una falta de comunicación, cambio de amigos o un gasto excesivo de dinero, etc.